El joven Franco Herrera se calzó ante Arsenal el buzo de San Martín con el dorsal número uno y el mejor elogio que pudo recibir en su primera vez fue que estuvo a la altura, que cumplió con creces.
El desafío no era menor. Reemplazó a un Darío Sand formidable, convertido en el mejor arquero de la categoría y suspendido una fecha por recibir su quinta amarilla. Hacerlo, además, ocupando el arco de un equipo que venía de seis victorias consecutivas y se ubica en la cima de la Zona A.
“Lo tomé con tranquilidad y como una responsabilidad muy grande, porque estar en el arco de San Martín te lleva a eso. Además, tenía la confianza de todos”, respondió Herrera una vez consumada la igualdad 1-1 con el equipo del Viaducto en el estadio Julio Humberto Grondona.
El portero a préstamo de Newell´s pareció algo más intranquilo al tener que enfrentar a una decena de periodistas en la zona mixta que momentos antes en la cancha. De hecho, Herrera tuvo varias intervenciones acertadas y en general dio sensación de seguridad, pese a que hacía más de un año y medio que no actuaba. “La verdad es que me sentí muy bien, estoy muy contento”, reveló.
“He pasado por momentos malos y momentos buenos en mi carrera”, dijo tras comentar qué le había sucedido en la semana cuando Diego Flores le confirmó que sería titular. “Estaba tranquilo, porque sabía que tanto yo como Nico (Carrizo) estábamos bien para entrar”.
Consultado sobre los mensajes que recibió en su celular al ingresar al vestuario, señaló: “Estaban todos muy contentos, mi novia, mi familia, mis amigos… uno a veces trabaja todo el año y ataja una o dos veces, no sabés cuándo te va a tocar. Ellos están orgullosos de mí y yo tranquilo con el sostén que tengo”.
Ese sostén también le llega desde dentro del plantel, principalmente de parte de sus compañeros de mayor trayectoria. Los referentes, afirmó, siempre están alentando a los más chicos. Y dos de ellos, tras el cotejo en el sur del Gran Buenos Aires, se refirieron al debut de Herrera bajo los tres palos del “Santo”.
“Estuvo seguro, salió a cortar un par de centros, tenía la confianza de todos nosotros, somos un grupo y para eso estamos, para bancar al que le toque”, declaró Gonzalo Rodríguez. Matías “Caco” García fue más allá e incluso lo felicitó: “Por ahí no tuvo tantas jugadas, sino que fueron más centros directos y córners, pero él estuvo allí y respondió muy bien”.
En general, Herrera se adueñó de su territorio. Y si bien no fue exigido tanto, desvió al córner en gran forma un tiro de media distancia y también estuvo bien ubicado ante una incursión de Ignacio Sabatini en tiempo de descuento. En el gol se le exime de responsabilidad: intentó achicar ante un Alexis Sosa demasiado en soledad.
El sábado, ante San Martín de San Juan, Sand recuperará la valla que le pertenece. Pero Herrera seguirá confiado, esperando cumplir en algún momento su próximo sueño: atajar de local, en La Ciudadela, “con la gente y todo”.